Pensiones Públicas, sostenibilidad del sistema, pobreza, reparto y solidaridad intergeneracional

La sostenibilidad del sistema de pensiones públicas, como argumento recurrente por parte de lospoderes ejecutivos, empresariales y, en no pocas veces por parte de los denominados “agentes sociales”, ha presidido cualesquiera de las reformas que nuestro Sistema Público de Seguridad Social ha venido soportando desde 1985.

Debate interesado para el mercado y sus mercaderes, que además se realiza en contra del acuerdoque la sociedad adoptó en 1978 (CE), acerca de un determinado modelo social para la denominadatercera edad… “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”.

Solamente podemos llegar a una conclusión racional: las pensiones son y tienen que ser sostenibles porque la Seguridad Social está protegida por una garantía institucional y, en consecuencia, hay que pagarlas y punto. Creer en un sistema racional dentro de los parámetros del capitalismo, entendido como respeto de unas reglas de juego que supuestamente garantizarían el “pacto entre la ciudadanía y el soberano (lo instituido)”, no dejaría de ser un “acto de fe” contrario a cualquier lógica de que otros modos deentender la vida buena y digna para todos y todas son posibles.

D E S I D E R I O    M A R T Í N      C O R R A L E S